Capitán Bitcoin (Disidencia activa) Manual contra la dictadura progre

 a) Contenido de la Agenda 2030

"Un impuesto a los ricos del 6% no es suficiente, ¿qué tal un 90%?"
THOMAS PIKETTY

Pasemos a desgranar ahora su contenido, a analizar la motivación de la nueva agenda global de las élites, a tratar de concretar como resolverá las previsibles resistencias a su ejecución, y pensemos en como protegernos a nivel individual y como sociedad.

Las élites, así como en otras épocas de la historia no hubieran compartido nunca sus planes de una forma tan clara, esta vez han puesto a disposición de la masa el futuro que tienen pensado para ella. Tal es su control sobre ella o tan débil es la capacidad crítica y de reacción de las poblaciones. Para entender este futuro nada mejor que acercarnos al corto video que publicó el Foro de Davos y que expone en síntesis lo que pretende la Agenda. Pasemos a desgranar sus ideas clave.

En primer lugar se nos habla en su propaganda de que no poseeremos nada y seremos felices. Así pues, los impuestos de todo tipo es previsible que aumenten todavía más. Las confiscaciones en beneficio del colectivo se facilitarán y los impuestos al trabajo, a la propiedad y a las sucesiones que puedan dejar los padres a sus hijos serán devorados por los Estados. Dado que la propiedad privada sufrirá un maltrato de este nivel, el número de personas en alquiler aumentará notablemente. Ya no tendremos, alquilaremos, y esto no será impedimento para que seamos felices. Ya te puedes imaginar la profundización en el grado de ingeniería social que hará falta para ello.

En segundo lugar, se nos adelanta que el papel protagonista y líder de EEUU pasará a segundo plano. Dejará de ser la potencia que salvaguarde los valores que exporta Occidente al resto del mundo, y en su lugar este espacio lo ocupará "un conjunto de naciones" que no llega a precisar. Entendemos que China estará entre ellas sin lugar a dudas, dado su papel activo e implicación en la ruta planificadora global.

En tercer lugar se dice que ya no necesitaremos consumir tanta carne como actualmente. Esto lo haremos ahora de forma mucho más esporádica para no acabar con el planeta Tierra. Nos impondrán un vegetarismo flexible con la proteína animal como alimento secundario o con sucedáneos variopintos. Lo justifican diciendo que esto es mucho mejor para nuestra salud (algún estudio, quizá subvencionado por ellos mismos, dirá que la carne roja es mala), y, como no, por la salud del planeta y el bien común, debemos dejar de consumirla.

En cuarto lugar se nos adelanta que se avecina un movimiento inmigratorio masivo que desplazará de los lugares menos desarrollados a Occidente a más de 1.000 millones de personas. Este movimiento de personas con una cultura tan diferente a nuestra visión de como deben ser las relaciones humanas y la sociedad, nos augura un cambio importante en nuestras naciones. Quizás hasta niveles imposibles de imaginar a día de hoy en la tranquilidad de nuestros hogares. Recordemos de nuevo al Imperio Romano y la invasión bárbara que sufrió.

En quinto lugar nos anuncian cambios económicos de enorme trascendencia (del petróleo a las renovables). Las teorías climáticas se impondrán, alcanzando con toda seguridad un estatus de religión incuestionable, y la tesis de que el hombre es el culpable de toda variación o desastre natural estará asegurada. Cuestionar el dogma será motivo de conflicto y de estigma social (ya emplean para conseguirlo el término "negacionista", equiparando a los que dudan como los insensatos que negaban el exterminio de los nazis y los judíos).

Y para finalizar se nos dice que los valores occidentales se verán sometidos a una presión desmesurada. Lógico después de todo lo visto, ya que con China como nuevo lider del mundo, con una presión fiscal brutal sobre los europeos, con excusas climáticas y con corrientes migratorias de culturas medievales que acaben en el interior de las naciones occidentales, lo único que puede pasar es que los valores occidentales cedan ante la barbarie. Tal vez eso ocurra tras un previo conflicto, revueltas sociales y mayores niveles de violencia.

El mundo que parecen adelantarnos las élites no es muy acogedor ni arroja una esperanza de mejora. Es crudo y realista, como probablemente suceda. No en vano son los artífices y planificadores mejor informados que pueda haber. Entendemos que será un lugar con los niveles de libertad en mínimos, donde la propiedad privada pasará a menos estatales o de corporaciones con mucha más facilidad, donde los principios de la cultura occidental que tanto bien han hecho al mundo se desdibujarán, y donde el control de las naciones (o del gran gobierno único pretendido), sobre los ciudadanos alcance niveles nunca visto anteriormente, ni siquiera en los estados más totalitarios que ha conocido la humanidad. Y lo peor es que la ingeniería social serán tan potente y tan bien implementada que pese a todo ello "seremos felices".

De manera sencilla. Los contribuyentes occidentales deben estar listos para ser despojados de un mayor porcentaje de su riqueza, que podrá ser redistribuida internacionalmente porque el gobierno reduce sus propios ahorros. Y los que sin duda saldrán beneficiados de todo esto son las corporaciones, las élites político financieras y los gánsteres económico (EHM), que definía muy bien el economista y escritor John Perkins. En sus propias palabras: "los EHM son profesionales generosamente pagados que estafan billones de dólares a países de todo el mundo. Canalizan el dinero del banco Mundial, de la Agencia Internacional para el desarrollo (USAID) y de otras organizaciones internacionales de «ayuda» hacia las arcas de las grandes corporaciones y los bolsillos del puñado de familias ricas que controlan los recursos naturales del planeta. Entre sus instrumentos figuran los dictámenes financieros fraudulentos, las elecciones amañadas, los sobornos, las extorsiones, las trampas sexuales y el asesinato. Ese juego es tan antiguo como los imperios, pero adquiere nuevas y terroríficas dimensiones en nuestra era de la globalización. Yo lo sé bien, porque yo he sido un gánster económico".

Así pues, no debería sonarte muy bien que te engañen con el asunto climático para embolsarse lo que no les corresponde, manipular a la masa, planificar su futuro, y conquistar nuevos niveles de poder y control. Pero hay millones de estafados climáticos que están encantados con la Agenda globalista tras la masiva propaganda desplegada durante los últimos años.

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