Alex Jones (El gran reinicio y la guerra por el mundo) Agenda 2030

Probablemente no te enfrentaras a un pelotón de fusilamiento en el Gran Reinicio, pero sí podrías terminar en un gulag digital.

Hemos dedicado mucho tiempo a revisar los escritos de Klaus Schwab y de otros globalistas, pero ¿cuál es la evidencia de que estos planes se están poniendo en marcha?

Creo que es importante tener en cuenta que es poco probable que encontremos un correo electrónico de Klaus Schwab dando instrucciones a algún lider mundial, como por ejemplo, a Justin Trudeau de Canadá, sobre cómo abordar una situación. Sin embargo, cuando entendemos la filosofía de los globalistas, la pregunta es: ¿podemos encontrar ejemplos que parezcan suficientemente coherentes con sus puntos de vista como para que podamos suponer que están implicados en algún nivel?

Creo que podemos encontrar múltiples ejemplos de tales esfuerzos empezando por el convoy de camiones que rodeó el Parlamento canadiense en enero y febrero de 2022 en protesta por las restricciones por la COVI-19. Así describió las protestas la revista Fortune:

    La brigada de manifestantes camioneros de Canadá se reunió por primera vez en Ottawa el 28 de enero y ocupó varias valles de la capital del país. La protesta comenzó como oposición a la introducción de un mandato que exige que todos los camioneros transfronterizos se vacunen contra la COVI-19.
    
    Según la Canadian Trucking Alliance, aproximadamente el 90% de los camioneros canadienses ya estaban vacunados, pero una minoría de camioneros se opuso al nuevo requisito para los conductores que transportan mercancias entre Canadá y Estados Unidos. 

    A medida que las protestas y su convoy se extendieron por todo Canadá, el foco de la manifestación se amplió para oponerse a todos los mandatos de la era de la pandemia, como los requisitos der uso de la mascarilla y los registros de pasaporte de vacunas COVID.

Es posible que hayas seguido las protestas de los camioneros en Canadá, pero tal vez no. Creo que el artículo de Fortune hizo un buen trabajo al resumir cómo empezó la protesta. La mayoría de los movimientos de protesta comienzan con un solo tema, como en estados Unidos con la muerte de George Floyd bajo custodia policial, y luego se desarrollan en un debate sobre algunos temas más amplios, como las prácticas policiales en todo el país y su efecto en las comunidades de color.

Las democracias nacen de la protesta, y eso es lo que les da vitalidad. Como hemos demostrado abundantemente en este libro, a los globalistas no les gustan las protestas, ya que creen que no hay razón para hablar con sus oponentes. ¿Trató Trudeau a los manifestantes de una manera coherente con un enfoque globalista? Tú decides:

    Para los manifestantes, el primer mal presagio para su movimiento llegó el 5 de febrero, cuando GoFundMe suspendió la cuenta de recaudación de fondos de Lich después de recibir informes policiales sobre violencia en las protestas y otras actividades ilegales.

    «Esta campaña de recaudación de fondos viola nuestros Términos de Servicio (Término 8, que prohibe la promoción de la violencia o el acoso) y han sido eliminada de la plataforma», dijo GoFundMe, y agregó que devolvería a los donantes los 8 millones de dólares recaudados.

Sin dejarse intimidar por la pérdida de millones, los organizadores de la protesta simplemente cambiaron sus tácticas de recaudación de fondos. Pero poco después de que GoFundMe cerrara la cuenta principal del grupo, cuatro partidarios de la protesta, que se hacían llamar HonkHonkHodl, lanzaron una nueva página de recaudación de fondos en el apartado dedicado especialmente a eso en el sitio de criptomonedas Tallycoin.

El artículo continúa informando a los lectores de que la policía federal de Canadá cerró el sitio de criptomonedas y que detuvieron las transacciones de treinta y cuatro billeteras de criptomonedas. Finalmente, también se congelaron otras 146 billeteras de criptomonedas. El Gobierno de Canadá habría restringido, sin el debido proceso, las transacciones financieras de los canadienses respetuosos de la ley. El gobierno de Trudeau acababa de sentar un precedente peligros. Pero no había terminado:

    El lunes pasado, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, asestó el golpe final a la campaña del Convoy de la Libertad e invocó la Ley de Emergencia por primera vez en la historia de Canadá, facultando a la policía a actuar contra los manifestantes.
    
    «No podemos permitir y no permitiremos que continúen la actividades ilegales y peligrosas», dijo Trudeau al invocar la Ley de Emergencias, que otorga a la policía mayor margen de maniobra para imponer multas, encarcelar a manifestantes y remolcar vehículos que bloqueen las carreteras.

    La Ley de Emergencias también obligó a las instituciones financieras a cumplir las órdenes de congelar los fondos asociados a «personas designadas» (en este caso, los manifestantes). Con los fondos bloqueados, en sentimiento público vuelto en su contra y la amenaza inminentes de arresto y sanciones financieras, el movimiento de protesta comenzó a perder impulso.

Durante la mayor parte de mi vida, he considerado que Canadá tiene casi los mismos valores que Estados Unidos. Y, sin embargo, lo que Trudeau hizo con los camioneros es atroz, algo que uno esperaba ver en alguna dictadura del tercer mundo.

¿Te imaginas a un presidente estadounidense haciendo algo similar a las protestas contra la guerra o por los derechos civiles de los años sesenta? ¿A las protestas antinucleares de los años ochenta? ¿A las protestas y disturbios del Blak Lives Matter de 2020? ¿Puede eso empeorar? Sí, puede. Porque la tecnología, que puede conectar cosas entre sí, hace que sea aún más fácil para el Gobierno clausurar si no le gusta la forma en que te estás comportando.

Imaginemos un escenario en el que el Gobierno canadiense pudiera desconectar los servicios bancarios móviles de todos los manifestantes de la caravana de camioneros. No investigando quiénes estaban allí y poniéndose en contacto con sus instituciones bancarias, sino simplemente monitorizando el GPS de los móviles de todos los manifestantes pacíficos (como hicieron con los manifestantes del 6 de enero) y desconectando sus servicios bancarios móviles.

Ahora imaginemos que desactivaran todas sus aplicaciones móviles, o que todos estuviéramos conectados a una moneda digital emitida por un banco central y que nos descontaran créditos sociales o retiraran dinero de su moneda digital tokenizada. Imaginemos un mundo en el que rastrearan todos nuestros movimientos, en el que la inteligencia artificial (IA) analizara nuestras opiniones y pudiéramos ser penalizados instantaneamente por pensar mal. 

Éste es el mundo que las élites globales quisieran crear con el Gran Reinicio.

Esto no es fantasía.

No se trata de una teoría conspirativa poco realista. La tecnología ya está disponible y ése es el objetivo declarado de los gobiernos globales y del Foro Económico Mundial.

En respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Putin, Apple Pay y Google Pay cortaron las finanzas de innumerables ciudadanos rusos comunes. Surgieron fotos virales de colas masivas en el sistema de metro de Moscú que mostraban a miles de ciudadanos incapaces de acceder a sus finanzas, buscando a tientas dinero en efectivo para los billetes de tren. Así se informó en Inglaterra el 28 de febrero de 2022:

    Los rusos ya no pueden usar sus tarjetas bancarias con Google Pay y Apple Pay debido a que nuevas sanciones financieras impuestas afectan al país.

    «Apple Pay no funciona en Rusia. Mi banco me envió un mensaje diciendo que los servicios podrían no funcionar debido a cambios en el mercado», dijo un ciudadano ruso a Metro.co.uk el domingo.

    En 2020, el 29% de los rusos informó que usaban Google Pay, mientras que el 20% usaba Apple Pay.

El hecho de no utilizar dinero en efectivo significa que el Gobierno puede simplemente cortar en cualquier momento la posibilidad de existir en sociedad. ¿Nos preguntamos por qué los rusos podrán creer que Estados Unidos está interesado en arruinar su país? Existe una disputa entre los líderes de Rusia y Occidente en torno a la idea de que estamos tratando activamente de dañar a los ciudadanos de Rusia. ¿Cómo se permite algo así?

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