Gustosas son las leyendas oídas a la orilla del fuego en una noche de invierno aldeano, pero más gustoso es llegar a traza un exacto perfil, un dibujo ajustado de algo real. Agradable es sentirse entre los buenos frente a los malos, pero más agradable es llegar a abandonar los bandos encontrados y alcanzar una mayor comprensión de las actuaciones humanas.
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