En el afán de pureza de las artes, tal como lo ha entendido el arte moderno, se oculta de forma inadvertida algo del espíritu de la ciencia moderna. Los <<elementos puros>> de la química, las <<línea puras>> de la evolución, la <<lógica pura>>, son tan sólo algunas manifestaciones concretas de ese espíritu. Y no cabe ninguna duda de que la ciencia moderna debe agradecer quizás la mayor parte de sus enormes éxitos a esa capacidad para aislar materias, elementos y fenómenos y representarlos de forma pura. Pero dicha pureza es ajena a la esencia del arte. En cuanto la acepta, el arte ya se encuentra en vías de conformarse con un ámbito inferior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario