Jesús Mosterín (La cultura de la libertad)

La lengua es un atributo de la persona, no del grupo social, y reside en el cerebro, no en el territorio. Lo normal - en la ausencia de coacción- es que en un territorio convivan diversas lenguas, ninguna de las cuales es más ni menos propia que otra. También en un cerebro humano conviven con frecuencia diversas lenguas, aunque, en este caso, una de ellas es la materna, que se distingue incluso por su ubicación de las otras. Ciertas hemorragias cerebrales que borran la lengua aprendida dejan intacta la materna.
Los totalitarios lingüísticos parten del error categorial de atribuir una lengua a una entidad social abstracta, como la presunta nación; toman como premisa suplementaria la idea de que la nación está unida a un cierto territorio; y acaban considerando "normal" que la población de este territorio no incorpore los contenidos lingüísticos de la nación. Por tanto, la situación "normal" ha de ser "normalizada". Normalización de la lengua de la nación significa en este contexto imposición de la lengua de los nacionalistas a todos los habitantes de ese territorio, con independencia de su voluntad.

No hay comentarios:

analytics