José Luis Abellán (Historia del pensamiento español) de Séneca a nuestros días


En lo que se refiere al origen de nuestro conocimiento, debemos destacar la teoría de las anticipaciones, de gran trascendencia en su pensamiento y en la posterior influencia de éste. Llama Vives <<anticipación>> a una serie de informaciones naturales que recibimos directamente de la Naturaleza o, mejor dicho, de la existencia sensible. No son, pues, ideas innatas, ni pueden confundirse con ningún tipo de platonismo o apriorismo; son huellas indelebles que la experiencia corporal deposita en nosotros desde el primer momento y van a servir de base a nuestro conocimiento posterior. Vives las llama semillas del saber y afirma así la primacía del espíritu frente a las cosas en la actividad cognitiva.
Esta teoría de las anticipaciones le llevará a otra de sus doctrinas características, que es la del sentido común.


Walter Pater (Mario el Epicúreo)

Ésas fueron las conclusiones prácticas a las que llegó Mario por sí mismo, cuando algo más tarde abandonó la autoridad de los demás, a partir del principio de que <<todo es vanidad>>. Si no podía contar más que con el presente, si en el mejor de los casos una vida breve no puede conducir a ningún lugar fuera de sí misma, si la más elevada curiosidad de los hombres se ve tan persistentemente estorbada, entonces, como los cirenaicos de todas las edades, al menos, llenaría la medida de ese presente con sensaciones vivas y con esas aprehensiones intelectuales que, por la fuerza, la dirección y los valores inmediatamente entendidos de una experiencia real, son en su mayor parte igual que las sensaciones. Así han hablado algunos en todas las épocas, pues este tipo de reflexión es una tradición constante en la filosofía, al igual que todas las teorías que expresan realmente una poderosa tendencia natural de la mente humana, o incluso algunas de sus debilidades características.

François Furet y otros ( El hombre romántico)

El trabajador
Sidney Pollard

El necesario control sobre grandes números de trabajadores en las fábricas y lujares semejantes llevó a la imposición de una dura disciplina que cayó pesadamente sobre las primeras generaciones de obreros fabriles. Se imponían castigos no sólo por llegar tarde al trabajo, sino también por hablar o silbar, por insubordinación y por otras faltas que hasta entonces habían sido desconocidas para el trabajador. Los castigos eran especialmente brutales para los niños y producían especial agravio al no ser impartido por los padres, que hubieran mostrado algún cariño al castigar, sino por completos desconocidos cuyos ingresos dependían en gran parte del volumen de trabajo que pudieran extraer de los niños a su servicio.

José Rafael Hernández Arias (Nietzche y las nuevas utopías)

En las utopías actuales, la técnica ya no se puede entender como la consecuencia de una carencia estructural antropológica, más bien la aceleración en el ámbito de la técnica se debe a una novedosa cualidad de la conciencia que aspira a la creación de una nueva humanidad que se asegure el control de la naturaleza y del futuro. Una vez que ha perdido la confianza en un orden cósmico, el hombre se ve condenado a superarse continuamente y a expandir su poder en todas las direcciones para cubrir el vació metafísico. En este caso, la ideología tecnocrática surge de una extremada impaciencia con los procesos naturales, eso implica una neutralidad moral ante los experimentos y una obsesión por alcanzar sus objetivos en el menor tiempo posible. Como defecto principal, la técnica pierde su neutralidad, se erige en un sistema que domina al hombre, obligándole a que se adapte a las nuevas necesidades, pero no a las <<suyas>>, sino a las de la <<técnica>>. Lo que hoy aún puede parecer una relación equilibrada entre la técnica y el ser humano oculta un proceso por el cual el hombre se hace superfluo, sustituible; en realidad sólo la técnica es libre, no el hombre, cuya existencia se ve determinada <<esencialmente>> por el mundo técnico.

Azorín (La voluntad)

En la placidez de este anochecer de agosto, Yuste y Azorín pasean por el tortuoso camino viejo de Caudete. El cielo se ensombrece poco a poco; comienzan a titilear las estrellas; una campanada toca el Angelus. Y a lo lejos un cuclillo repite su nota intercadente...
Yuste se para y dice:
- Azorín, la propiedad es el mal... En ella está basada la sociedad actual. Y puesto que a su vez la propiedad está basada en la fuerza y tiene su origen en la fuerza, nada más natural, nada más justo, nada más humano que destruir la propiedad...
Azorín escucha silencioso al maestro. Yuste prosigue: -La propiedad es el mal... Se buscarán en vano soluciones al problema eterno. Si el medio no cambia, no cambia el hombre... Y el medio es la vivienda, la alimentación, la higiene, el traje, el reposo, el trabajo, los placeres. Cambiemos el medio, hagamos que todo eso, el trabajo y el placer, sea pleno, gustoso, espontáneo, y cambiará el hombre. Y si sus pasiones son ahora destructivas -en este medio odioso- serán entonces creadoras -en otro medio saludable... No cabe hablar del problema social: no lo hay. Existe dolor en los unos y placer en los otros, porque existe un medio que a aquéllos es adverso y a éstos favorable... La fuerza mantiene este medio. Y de la fuerza brota la propiedad, y de la propiedad el Estado, el ejército, el matrimonio, la moral.
Azorín replica:
- Un medio de bienestar para todos supone una igualdad, y esa igualdad...

Konrad Lorenz (Los ocho pecados mortales de la humanidad civilizada)

Una de las perniciosas repercusiones de la prisa ansiosa -o quizá del miedo que genera esa prisa- es la confesa incapacidad de los hombres modernos para estar solos consigo mismo, aunque sea por breves momentos. Evitan toda posibilidad de introspección y de recogimiento con una diligencia angustiosa, como si temieran que la reflexión fuera a ponerles delante una imagen de sí mismos poco agradable, parecida a aquella que Oscar Wilde describe en su clásica novela de horror El retrato de Dorian Gray.

Ernesto Sabato (La Resistencia) Una reflexión contra la globalización, la clonación, la masificación


Las dificultades de la vida moderna, el desempleo y la superpoblación han llevado al hombre a una dramática preocupación por lo económico. Así como en la guerra la vida se debate entre ser soldado o estar herido en algún hospital, en nuestros países, para infinidad de personas, la vida está limitada a ser trabajador de horario completo o quedar excluido. Es grande la orfandad que cunde en las ciudades; la gran soledad de la persona original, es una de las tragedias del vértigo y de la eficiencia.
La primera tragedia que debe ser urgentemente reparada es la desvalorización del sí mismo que siente el hombre, y que conforma el paso previo al sometimiento y a la masificación. Hoy el hombre nos se siente un pecador, se cree un engranaje, lo que es trágicamente peor. Y esta profanación puede ser únicamente sanada con la mirada que cada uno dirige a los demás, no para evaluar los méritos de su realización personal ni analizar cualquiera de sus actos. Es un abrazo el que nos puede dar gozo de pertenecer a una obra grande que a todos nos incluya.

Fernando Gil Villa (Nihilistas) La ilusión de vivir sin ilusión

Puede decirse que la historia del nihilismo coincide con la historia de la sociedad que llamamos moderna, sobre todo en su último tramo a lo largo del siglo XX, y refleja una larga cadena de desilusiones, de pérdida de fe en las grandes promesas: la fe en la libertad (y en el carácter moral, esencialmente bueno, de la naturaleza humana) cayó con el Holocausto; la fe en la igualdad cayó con la descomposición de los países socialistas del este de Europa y en particular de la URSS, la fe en el liberalismo económico sufrió un duro revés con las crisis económicas y ecológicas -1929,1973-; la fe en el progreso de la humanidad cayó con el agrandamiento de las diferencias entre ricos y pobres, dentro y fuera de los países más desarrollados.

Walter Benjamin (Cartas de la época de Ibiza)


Querido Alfred Kurella:
... Si bien las condiciones de vida en Ibiza en el terreno económico son más o menos las mismas, no lo son el lo social. Emigración en sentido estricto no encontrará aquí mucha. En cambio han aparecido un tipo pequeñoburgués hecho a sí mismo, que amenaza con llevar la voz cantante o provocar problemas y contiene un porcentaje no insignificante de nazi. Estos contactos sin embargo se limitan casi por completo a San Antonio. Ya en Ibiza -capital del mismo nombre que la isla- uno puede vivir con cierta dignidad. Y eso por no hablar del interior de la isla; y muy barato. Un modo de existencia, sin embargo, cuyo precio es una situación de estricto aislamiento.
Por siete pesetas al día puede usted aquí vivir bien; si usted viene por un tiempo largo, podrá arreglárselas de una forma más barata. En este caso podría buscar para usted un cuarto.
En los diarios españoles se dice que ha tenido lugar una reconciliación entre Trotsky y Stalin. ¿Es esto cierto?.
Todo esto por hoy. Escríbame de nuevo. Comuníqueme, por favor, si va a quedarse en París.
Con mis más afectuoso saludo.

Suyo, Walter Benjamin.

2 de junio de 1933
Ibiza (Illes Baléares)
San Antonio, Fonda Miramar

* Walter Benjamin (Historias y relatos)

Milan Kundera (La ignorancia)


El ser humano vive un promedio de ochenta años. Contando con esta duración, cada cual imagina y organiza su vida. Lo que acabo de decir lo sabe todo el mundo, pero pocas veces nos damos cuenta de que el número de años que nos han sido asignados no es un simple dato cuantitativo, una característica exterior (como el largo de la nariz o el color de los ojos), sino que forma parte de la definición misma del hombre. Aquel que pudiera vivir, en la plenitud de sus fuerzas, el doble de tiempo, digamos ciento sesenta años, no pertenecería a la misma especie que nosotros. Nada sería igual en su vida, ni el amor, ni la nostalgia, nada. Si un emigrado, después de vivir veinte años en el extranjero, volviera a su país natal con cien años más ante él, ya no sentiría la emoción del Gran Regreso, probablemente para él ya no sería en absoluto un regreso, tan sólo una más de las muchas vueltas que da la vida en el largo transcurrir de la existencia.
Porque la noción misma de patria, en el sentido noble y sentimental de la palabra, va vinculada a la relativa brevedad de nuestra vida, que nos brinda demasiado poco tiempo para que sintamos apego por otro país, por otros países, por otras lenguas.
Las relaciones eróticas pueden llenar toda la vida adulta. Pero si la vida fuera mucho más larga, ¿no aplacaría el cansancio la capacidad de excitarse mucho antes de que declinara la fuerza física? Porque hay una enorme diferencia entre el primero, el décimo, el centésimo, el milésimo o el enésimo coito. ¿Dónde se situaría la frontera tras la cual la repetición se volviera estereotipada, si no cómica, incluso imposible?. Y, una vez traspasado este límite, ¿qué ocurriría con la relación amorosa entre un hombre y una mujer? ¿Desaparecería? ¿O, por el contrario, los amantes considerarían la fase sexual de su vida como la prehistoria bárbara de un amor verdadero? Contestar a estas preguntas es tan fácil como imaginar la psicología de los habitantes de un planeta desconocido.
La noción de amor (de un gran amor, de un amor único) nació probablemente también con los estrechos límites del tiempo que nos ha sido dado. Si este tiempo no tuviera límites, ¿sentiría Josef tanto apego por su mujer difunta? Nosotros, a quienes nos tocará morir muy pronto, no lo sabemos.


Agustina Izquierdo (El amor puro)

¿Qué extrañas imágenes dan de sí los hombres? Veis correr sus lágrimas pero no veis la mano que las enjuga. Nunca hay que confiar en la austera apariencia de las vidas que dan la impresión de ser las más serenas.

Erich Fromm (El arte de escuchar)

Me parece un error creer que todo lo que ocurre entre el analista y el paciente es transferencia. Éste es sólo un aspecto de su relación. Hay otro, el más importante: el hecho de dos personas que conversan. En esta época de teléfono y radio, quizá no se tome muy en serio, pero para mí es una de las cosas más serias: una persona habla a otra. Y no hablan de cosas triviales, sino de algo muy importante, a saber, la vida de esta persona. Aparte, pues, de transferencias y contratransferencias, hay un trato entre dos personas, y el paciente que no sea psicótico tendrá una idea de como es el otro, y el psicoanalista tendrá una idea de quién es el paciente, y no todo es transferencia. En <<técnica>> psicoanalista, importa mucho que el analista, por decirlo así, marche constantemente por dos vías: se ofrezca como objeto de transferencia y la analice y se ofrezca también como persona real, respondiendo como persona real.

* Erich Fromm (Psicoanálisis de la sociedad contemporánea)

E.M. Cioran (En las cimas de la desesperación)

DEJAR DE SER HOMBRE

Estoy cada vez más seguro de que el ser humano es un animal desgraciado, abandonado en el mundo, condenando a encontrar una manera de vivir propia, inédita en la naturaleza. Su supuesta libertad le hace sufrir más que cualquiera forma de vida cautiva en la naturaleza. Nada tiene de extraño, por consiguiente, que el ser humano llegue a veces a estar celoso de una planta, de una flor. Para querer vivir como un vegetal, crecer enraizado, desarrollarse y luego marchitarse, bajo el sol con un a perfecta inconsciencia, para desear participar en la fecundidad de la tierra, ser una expresión anónima del curso de la vida, no hay que poseer la mínima esperanza respecto al sentido que la humanidad pueda tener. ¿Por qué no cambiaría yo mi existencia por la de un vegetal? Sé ya lo que significa ser hombre, tener ideales y vivir en la historia: ¿qué puedo esperar aún de semejante realidad? Ser hombre es ciertamente algo capital, trágico, dado que el hombre vive en una categoría de existencia radicalmente nueva, mucho más compleja y dramática que la de la naturaleza. A medida que nos alejamos de la condición de ser humano, la existencia pierde intensidad dramática.

Juan José Sebreli (El olvido de la razón) Un recorrido crítico por la filosofía contemporánea


Una de las paradojas de la era de la comunicación de masas consiste en que ciertas formas elitistas, como el lacanismo, se convierten en relativamente masivas, porque son muchos -cada vez más- los que pretenden pertenecer a las élites, produciéndose, de este modo, el fenómeno que define muy bien el oxímoron de élites masivas o masas elitistas. Así fue como los seminarios de Lacan se convirtieron en acontecimientos mundanos: coches caros estacionados en la puerta de la facultad y jóvenes snobs que copiaban el modelo de gafas con marco dorado del maestro. La difusión universitaria de Lacan se dio sobre todo en las facultades de filosofía y letras. La vulgarización llegó al extremo en 1983, cuando un psicoanalista lacaniano, Serge Leclair, hizo <<curas en directo>> en el programa televisivo <<Psy-show>>.

Javier Gomá Lanzón (Ingenuidad aprendida)

Puede describirse el estado actual de la cultura como el propio de una cultura ya liberada pero aún no emancipada. La misión civilizadora de la modernidad, que se resume en la liberación del yo, está cumplida. Es cierto que las novelas, el arte y la filosofía que hoy se producen se mantienen caPuede describirse el estado actual de la cultura como el propio de una cultura ya liberada pero aún no emancipada. La misión civilizadora de la modernidad, que se resume en la liberación del yo, está cumplida. Es cierto que las novelas, el arte y la filosofía que hoy se producen se mantienen casi sin excepción en el paradigma anterior, subjetivo-liberatorio, pero por debajo de esa costra endurecida por una larga lucha y por el paso del tiempo, corren nuevas energías que todavía no han encontrado su forma. El hombre ha ampliado inmensamente la esfera de su libertad, pero no ha acordado aún los principios para una ejercitación responsable, social, cívica y virtuosa de esa esfera de la libertad ampliada: a eso se refiere exactamente el diagnóstico sobre una cultura liberada pero no emancipada.
Ese amour de soi que recomendaba Rousseau está sobradamente establecido en nuestros corazones y conciencias. La nueva misión cultural no es ahora abundar aún más en una liberación ya consumada ad nauseam sino en encontrar la manera de armonizar, en convivencia pacífica, a millones de subjetividades enamoradas de ellas mismas y poco acostumbradas a no concederse todos sus deseos, elevados a ley suprema la moralidad. Porque, si bien se mira, es una especie de milagro que el hombre actual acepte las inhibiciones inmanentes a la civilizada vida en común, que supone siempre restricciones a esa libertad individual recién ensanchada y santificada. ¿ Porqué conducirse como persona civilizada si es más auténtico, más sincero, más libre, dar franquicia a las pulsiones bárbaras?. Hoy han de activarse todos los resortes que resulten persuasivos para convencer al hombre a que, en el dilema planteado en la pregunta anterior, acabe inclinando su voluntad hacia un civilizado estilo de vida, pese a todos los fastidiosos gravámenes que conlleva. La tarea civilizatoria ahora pendiente es la urbanización de la espontaneidad instintiva del yo como paso previo a la transformación de éste en pleno ciudadano.si sin excepción en el paradigma anterior, subjetivo-liberatorio, pero por debajo de esa costra endurecida por una larga lucha y por el paso del tiempo, corren nuevas energías que todavía no han encontrado su forma. El hombre ha ampliado inmensamente la esfera de su libertad, pero no ha acordado aún los principios para una ejercitación responsable, social, cívica y virtuosa de esa esfera de la libertad ampliada: a eso se refiere exactamente el diagnóstico sobre una cultura liberada pero no emancipada.
Ese amour de soi que recomendaba Rousseau está sobradamente establecido en nuestros corazones y conciencias. La nueva misión cultural no es ahora abundar aún más en una liberación ya consumada ad nauseam sino en encontrar la manera de armonizar, en convivencia pacífica, a millones de subjetividades enamoradas de ellas mismas y poco acostumbradas a no concederse todos sus deseos, elevados a ley suprema la moralidad. Porque, si bien se mira, es una especie de milagro que el hombre actual acepte las inhibiciones inmanentes a la civilizada vida en común, que supone siempre restricciones a esa libertad individual recién ensanchada y santificada. ¿ Porqué conducirse como persona civilizada si es más auténtico, más sincero, más libre, dar franquicia a las pulsiones bárbaras?. Hoy han de activarse todos los resortes que resulten persuasivos para convencer al hombre a que, en el dilema planteado en la pregunta anterior, acabe inclinando su voluntad hacia un civilizado estilo de vida, pese a todos los fastidiosos gravámenes que conlleva. La tarea civilizatoria ahora pendiente es la urbanización de la espontaneidad instintiva del yo como paso previo a la transformación de éste en pleno ciudadano.

Italo Calvino (Palomar)


La luna de la tarde nadie la mira, y ése es el momento en que más necesitaría de nuestro interés, puesto que su existencia está todavía en veremos. Es una sombra blanquecina que aflora del azul intenso del cielo, colmado de luz solar; ¿ quién nos asegura que se las ingeniará también esta vez para cobrar forma y esplendor? Es tan frágil y pálida y tenue; sólo en un lado comienza a adquirir un contorno neto como de arco de una hoz, y el resto está aún todo embebido de celeste. Es como una hostia transparente, o una pastilla medio disuelta; sólo que aquí el circulo blanco no se va deshaciendo sino condensando, agregándose a expensas de las manchas y sombras grisazules, que no se entiende si pertenecen a la geografía lunar o si son rebabas del cielo que todavía tiñe el satélite poroso como una esponja.

Peter Burke (Los avatares de El cortesano) Lecturas y lectores de un texto clave del espíritu renacentista

El problema de la imitación

Es difícil demostrar que un texto o un individuo específico ha imitado a otro, o, viceversa, que un texto o un individuo específico han influido en otro. Rememorando nuestra propia vida, no recordamos sino los libros o personas que más nos impresionaron en un determinado momento, pero es probable que ello haya sido así porque nos empujaban, justamente, en una dirección que ya teníamos la intención de transitar, consciente o inconscientemente.
El concepto de imitación es más complejo de lo que parece a simple vista. El proceso se analizó e incluso de debatió en el Renacimiento, como era lógico de un movimiento cuya característica definitoria fue la tentativa de revivir la antigüedad clásica, especialmente la época de Cicerón y de Virgilio, dos escritores que se guiaron por el modelo griego y trataron de adaptarlo a los valores romanos.

1080 Recetas Literarias para mejorar tu vida


Prólogo: Manuel Vázquez Montalbán

Amo apoderarme de los pensamientos que traducen una experiencia vital más que culterana, en la línea del deprimido mandato Faulkneriano:... nunca te acuestes con una mujer que haya tenido más problemas que tú...

Selección: Teodoro Izquierdo


Sólo la gente vulgar no juzga las apariencias.

No sólo de pan vive el hombre, de vez en cuando también necesita un trago.
Woody Allen

La cocaína es la manera en la que Dios te advierte que estás ganando demasiado dinero.
Robin Williams

Conservar algo que me ayude a recordarte, sería admitir que te puedo olvidar.

La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada.

El que lucha contra nosotros nos refuerza los nervios y perfecciona nuestra habilidad. Nuestro adversario no hace sino ayudarnos.

El sufrimiento más intolerable es el que produce la prolongación del placer más intenso.
Georges Bernard Shaw

Los hombres que no hacen ruido son peligrosos.
Jean de La Fontaine

La verdad se corrompe o con la mentira o con el silencio.
Cicerón

Gonzalo Fernández de la Mora (El hombre en desazón)

En cuarto lugar, el hombre es un especialista en la violencia mental desde sus formas mas elementales, como la amenaza, hasta las más alambicadas como el lavado de cerebro y la inducción a la neurosis. La crueldad mental es, en algunos ordenamientos jurídicos, una figura delictiva. En este furor intelectual no se ha cesado de avanzar hasta alcanzar en el siglo XX cotas elevadísimas con la publicidad subliminal, el adoctrinamiento, y ciertos psicofármacos. Las técnicas proselitistas de algunas sectas son únicamente la punta del colosal témpano de compulsividad en que se aloja el hombre moderno. La publicidad comercial y la propaganda ideológica esclavizan. Ninguna otra especie viviente padece masivamente similares alienaciones internas. En consecuencia, la identidad personal del hombre es de una fragilidad extrema, y para ser él mismo ha de realizar un esfuerzo incomparablemente mayor al de cualquier otro animal superior. Y en el futuro se multiplicarán los obstáculos a la autenticidad. Como dijo el poeta inglés, se nace original y se muere plagio.

Edgar Morin (¿Hacia dónde va el mundo?)

CADA UNO DONDE SE ENCUENTRE... Y EN LA LUCHA ENTERA

El general dice a sus tropas: <<Que cada uno haga como si la lucha entera no dependiera más que el él>>. El pensamiento complejo nos dice: cada uno se encuentra comprometido con la lucha entera en el juego de las innumerables interretroacciones.
Sabemos que toda resistencia llama a la autonomía de cada uno y a su toma de responsabilidad personal. Sabemos que todas crisis necesita las cualidades personales de inteligencia e inventiva, y tanto más en cuanto atrae las ilusiones, las drogas ideológicas, las <<chivo-expiaciones>>. Hemos visto que una verdadera revolución no puede ser más que multidimensional y que necesita varios cambios simultáneos. La Revolución del tecer milenio no tiene fórmula, ni receta. Todo puede comenzar no sabemos por dónde, todo debe comenzar por todas partes, por varios lados, hace falta que varios comienzos se operen juntos, se sincronice, se sinergicen, formen torbellino.
Por tanto, allí donde el guión no está ready made, allí donde el azar y la incertidumbre planean sobre los comienzos y los desarrollos, allí donde la iniciativa y la inteligencia vuelven a ser actores, entonces cada uno, donde se encuentre, en su lugar propio, debe sentirse concernido de nuevo. Cada uno debe comenzar a comenzar, aunque sea consigo mismo. Como dice a su manera G. Leakey (Strategy for a living revolution): <<Somos criaturas del viejo sistema, que queremos, sin embargo, ayudar a construir el nuevo sistema: uno de nuestros programas debe ser nosotros mismos>>.
Cada uno actúa y interactúa, inconscientemente, en el devenir. La desaparición del mesías histórico restituye a todos y a nadie, a cada <<buena voluntad>>, su rol y su misión. Cada uno se encuentra desde este momento conminado, no ya a delegar su fe en el Partido portador de Verdad histórica, sino a acceder a la conciencia genérica y general de la humanidad. Aquí volvemos a encontrar en bucle los problemas fundamentales de los que trata este libro: cómo saber ver, saber pensar, saber pensar el propio pensamiento, saber actuar, y esto, no sólo por sí mismo, sino por la tarea más grandiosa jamás encontrada por el hombre: la lucha simultánea contra la muerte de la especie humana y por el nacimiento de la humanidad.

Francisco Alonso-Fernández ( El talento creador)

El pintor de nuestros días se ha sumergido en los estratos profundos de la personalidad para desde allí, tratar de expresarse y comunicarse con los demás, prescindiendo de la realidad exterior objetiva. Es el triunfo de la subjetividad sobre la realidad ambiental. El pintor moderno ha optado por el vértigo y la zozobra del mundo subjetivo y personal a la vez que ha renunciado al sosiego de la imitación. Esta elección representa quizá la impronta más característica común de los modernos pintores.
Siempre ha habido un componente subjetivo irracional en la obra de arte; lo que ha variado es la dosis y la orientación del énfasis. Antes en la pintura académica u oficial, mal llamada realista, porque toda obra de arte encierra necesariamente un exponente creativo personal, la dosis de lo subjetivo irracional era mínima. Con esta mayor inclinación posológica a la irracionalidad y la subjetividad, la moderna pintura está haciendo frente a la mentalidad tecnocrática.
La postura del moderno pintor se instala en la antípoda del sobrerracionalismo, el hedonismo y la discomunicación, constelación de rasgos que prevalece hoy en nuestro ambiente sociocultural.
He aquí la grandeza del pintor moderno -y cuando hablo de pintor moderno me refiero al pintor de las últimas décadas- formulada con un sentimiento estético polivalente y flexible: es un renovador de los rasgos psicosociales, un auténtico inconformista que muchas veces puede sentirse como un cuerpo extraño no digerido por las circunstancias socioculturales en las que está inmerso.

Stefan Zweig (Erasmo de Rotterdam) Triunfo y tragedia de un humanista


En la historia de las rebeliones y estadillos violentos nunca han sido peligrosos sin la guía de un orden espiritual efectivo (hasta que la violencia instintiva no se pone a su servicio de una idea o bien una idea no la pone a su servicio, no hay sino tumultos, revoluciones sangrientas y destructivas, pues una cuadrilla sólo se convierte en partido si tiene una consigna, en ejército si se organiza, en movimiento si tiene un dogma). Todos los grandes conflictos violentos de la humanidad se deben menos al afán genético de violencia que a la existencia de alguna ideología que la desata contra otra parte de la humanidad. Es el fanatismo, este bastardo de espíritu y violencia, el que quiere imponer al universo entero la dictadura de una manera -la propia- de pensar como la única fe y la única forma de vida permitidas, con lo que divide la comunidad humana en enemigos y amigos, partidarios y adversarios, héroes y criminales, creyentes o herejes. Al reconocer sólo su sistema y admitir sólo su verdad: el fanatismo tiene que hacer uso de la violencia para reprimir cualquier manifestación de diversidad, una diversidad fruto de la voluntad de Dios. No son la represión violenta de la libertad de espíritu y de opinión, la Inquisición y la censura, la hoguera y el patíbulo lo que ha traído la violencia al mundo, sino el fanatismo inflexible, este genio de la parcialidad y enemigo jurado de la universalidad, este prisionero de una sola idea que siempre intenta arrastrar al mundo entero a su prisión y encerrarlo en ella.


Ernesto Sabato (El túnel)

En la época que yo tenía amigos, muchas veces se han reído de mi manía de elegir siempre los caminos más enrevesados; yo me pregunto por qué la realidad ha de ser simple. Mi experiencia me ha enseñado que, por el contrario, casi nunca lo es y que cuando hay algo que parece extraordinariamente claro, una acción que al parecer obedece a una causa sencilla, casi siempre hay debajo móviles más complejos. Un ejemplo de todos los días: la gente que da limosna; en general, se considera que es más generosa y mejor que la gente que no la da. Me permitiré tratar con el mayor desdén esta teoría simplista. Cualquiera sabe que no se resuelve el problema de un mendigo (de un mendigo auténtico) con un peso o un pedazo de pan: solamente se resuelve el problema psicológico del señor que compra así, por casi nada, su tranquilidad espiritual y su título de generoso. Júzguese hasta qué punto esa gente es mezquina cuando no se decide a gastar más de un peso por día para asegurar su tranquilidad espiritual y la idea confortante y vanidosa de su bondad. ¡Cuánta más pureza de espíritu y cuánto más valor se requiere para sobrellevar la existencia de la miseria humana sin esta hipócrita (y usuaria) operación!


Boris Cyrulnik (Los patitos feos) La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida

El humor no es cosa de risa

<<La esencia del humor reside en el hecho de que uno se ahorra los afectos a los que habría debido dar lugar una determinada situación, y en que uno se sitúa por encima de esas manifestaciones emocionales gracias a una broma>>, decía Freud.
La emoción evitada habría podido ser dolorosa, ya que el acontecimiento ha sido cruel. Sin embargo, el modo de representarlo al contarlo o al remedarlo mediante la mímica modifica el sufrimiento y lo transforma en sonrisa. En nuestros días, para parecer muy científicos, formularíamos la idea de otro modo, hablaríamos de la <<reorganización cognitiva de la emoción asociada a la representación del trauma>>. Sin embargo, si aceptamos los beneficios de la simplicidad, diremos sin embages que el humor es liberador y sublime, que es <<la invulnerabilidad del yo que se afirma, y que no sólo se niega a permitir que se imponga el sufrimiento que proviene del exterior, sino que incluso consigue hallar la forma de convertir las circunstancias traumatizantes en un cierto placer>>.

José Ramón Ayllón (Antropología filosófica)


Patologías del progreso

Un personaje de Alejando Casona protestaba así contra cierta aplicación del capitalismo salvaje:

Cuando eras niño pobre rondabas los muelles buscando plátanos podridos para saciar tu hambre, Treinta años después hacías arrojar al mar centenares de vagones de plátanos para hacer subir los precios. ¿ Como llamarían a eso los niños hambrientos que siguen rondando los muelles?

Lo que Casona no pudo saber es que Europa y Estados Unidos gastan muchos miles de millones de euros y de dólares en almacenar y destruir productos alimenticios que no se consumirán jamás, o premian la improductividad de sus campesinos con subvenciones que superan ampliamente el total de la ayuda humanitaria al Tercer Mundo. Desde hace décadas, el mundo produce cereales suficientes para alimentar a una población tres veces superior a la actual, pero muchos millones de personas mueren de hambre cada año.

Miguel Delibes (El mundo en la agonía)

El verdadero progresismo no estriba en un desarrollo ilimitado y competitivo, ni en fabricar cada día más cosas, ni en inventar necesidades al hombre, ni en destruir la Naturaleza, ni en sostener a un tercio de la Humanidad en el delirio del despilfarro mientras otros dos tercios se mueren de hambre, sino en racionar la utilización de la técnica, facilitar el acceso de toda la comunidad a lo necesario, revitalizar los valores humanos, hoy en crisis, y establecer las relaciones hombre naturaleza en un plano de concordia.

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